viernes, 28 de marzo de 2014

"El confesionario no es una sala de tortura. Es un lugar de misericordia"


El Papa se arrodilló delante de un confesor desconocido y realizó su confesión durante tres o cuatro minutos, hasta recibir la absolución. El ejemplo cundió enseguida. Lee más sobre la noticia en http://www.lanacion.com.ar/1676162-el-papa-francisco-se-confiesa-de-rodillas-en-el-vaticano

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